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La crisis de Suez de 1956 se creó a partir de los interminables conflictos en medio oriente que pusieron a Egipto contra Reino Unido, Francia e Israel. Esto ocasionó que el suministro de petróleo a Gran Bretaña disminuyera considerablemente y como consecuencia en 1958 el gobierno británico comenzó a racionar el combustible entre la población.
Leonard Lord, jefe de la British Motor Corporation decidió diseñar un auto compacto, que consumiera menos y tuviese un manejo del 80% de utilidad para el pasajero y equipaje, “Lo menos es más”. Para octubre de 1957 el equipo del BNC a cargo del ingeniero Alec Issigonis tenía listo el prototipo llamado “Orange Box”.
Para abaratar los costos de producción, se utilizaron partes y sistemas ya existentes que tuvieron que ser reacomodados en el nuevo diseño como el motor que fue colocado de manera transversal y el radiador se montó de tal manea que pudiera aprovechar mejor las corrientes de aire mientras se minimizaba su espacio.
Así nació el Mark 1 mini, el primer diseño de lo que hoy conocemos como Mini Cooper. Tales autos eran armados a mano en plataformas separadas. Para mantener los costos de producción tan bajos como fuera posible, los diseñadores incluyeron nuevas formas de soldaduras que eran visibles en el exterior.
El auto con un consumo de 6.49 litros por cada 100 kilómetros causó revuelo entre la sociedad inglesa. En 1959 se vendieron 20 mil y en 1962 la cifra aumentó a 200 mil, acabando virtualmente con toda la competencia.
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