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Son varios los estudios que advierten de que distintas especies de animales y plantas están reduciendo su tamaño debido al calentamiento del planeta. El proceso parece de ciencia ficción, pero ya está en marcha, por ejemoplo, según algunas investigaciones, en arañas, escarabajos, abejas u hormigas, entre otras especies. También se han encontrado ejemplos semejantes en el pasado, como el de un antepasado de todos los caballos, el Sifrhippus, que vivió en América hace 65 millones de años y cuyo tamaño se redujo de forma espectacular hasta pesar igual que un gato. A más calor, menor tamaño. Sin embargo, será un grupo concreto de animales los que más sufrirán estos efectos, según un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad Queen Mary de Londres y la de Liverpool y publicado en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS). La investigación muestra que el tamaño corporal de las especies marinas y de agua dulce se ve afectado de manera desproporcionada por las altas temperaturas, lo que podría afectar a las redes alimentarias acuáticas y la producción de alimentos mediante la acuicultura.
Los investigadores compararon cómo varió el tamaño adulto de 169 especies terrestres, de agua dulce y marinas, a diferentes temperaturas no nocivas. «Los animales acuáticos menguan diez veces más que los terrestres de especies del tamaño de insectos grandes o pequeños peces. Mientras que los animales en el agua disminuyen su tamaño un 5 % por cada grado Celsius de calentamiento, las especies de tamaño similar en la tierra se reducen, en promedio, sólo un 0,5 %», resume el coautor de la investigación, el doctor Andrew Hirst, de la Escuela Queen Mary de Ciencias Biológicas y Químicas.
La investigación también demuestra que la causa más probable de esta diferencia de tamaño se debe a una mayor reducción de la disponibilidad de oxígeno en el agua que en el aire. El calentamiento aumenta la necesidad de oxígeno que tienen los organismos en la tierra y en el agua. Sin embargo, las especies acuáticas deben realizar un trabajo más arduo para responder a esta demanda creciente de aire. «Para satisfacer una mayor demanda de oxígeno a temperaturas más altas, las especies acuáticas tienen menos opciones. Reducir el tamaño en el que maduran es su manera de equilibrar la oferta y la demanda de oxígeno», explica otro de los autores de la investigación, el doctor David Atkinson, de la Universidad de Liverpool.
El autor principal, el doctor Jack Forster, también de la Escuela Queen Mary de Ciencias Biológicas y Químicas añade que «dado que los peces y otros organismos acuáticos proveen a 3 millones de personas de al menos el 15%de su consumo de proteínas de origen animal, el trabajo pone de relieve la importancia de la comprensión de cómo el calentamiento en el futuro afectará a las especies que viven en océanos, lagos y ríos».
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